El Estrés como concepto se conoce desde hace aproximadamente 70 años.
Aumenta la frecuencia cardiaca, arterial y respiratoria afectando la postura y la función de órganos y glándulas. El impacto se extiende con efecto dominó produciendo disfunciones en el sueño, humor, relaciones y otros ámbitos.
Entre otros desajustes y contracturas, nos genera dolor de espalda, mareos y cefaleas
Hipertonía Cervical:
Bloqueos, tensión, en general, inclinación de la cabeza hacia la derecha (Si observamos a la sociedad en general, el 90 % de las personas tienen esta tendencia).
Se comprimen los discos intervertebrales, al principio indoloros, bloqueando movimientos, generando torticolis.
Al convertirse en hábitos crónicos, se producen protrusiones y/o hernias cervicales que, si no corregimos a tiempo, se siguen generando adaptaciones del cuerpo a esa postura, y por lo tanto vemos hombro derecho descendido con respecto al izquierdo afectando la salud de vertebras y discos intervertebrales, esta vez del tórax.
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